jueves, 31 de mayo de 2007

Zapatero se inclina por dejar que UPN gobierne Navarra en minoría

Es difícil colaborar con quien te ha insultado. José Luis Rodríguez Zapatero utilizó ayer los 150 segundos que le permite el reglamento de las Cortes en la sesión de control para afear a Mariano Rajoy su actitud de los últimos meses, en los que ha llegado a convocar una manifestación en Navarra para protestar contra la inminente "claudicación" del Gobierno ante la reclamación de ETA de anexionar esa autonomía al País Vasco. No habrá tal. Ni siquiera un gobierno foral del PSOE y Nafarroa Bai. Zapatero dejó entrever ayer que su solución para el puzle que las urnas han dibujado en Navarra es dejar a UPN gobernar en minoría.
Es la opción que más consenso cosechó entre los miembros de la ejecutiva reunidos el lunes pasado, por ser la que menor coste electoral acarreará al PSOE. El historial de agravios del PP en estos tres años ha surtido efecto en los socialistas, escaldados por el reflejo electoral que ha tenido el mensaje del PP de entrega del Estado a ETA. La prudencia se ha adueñado de Ferraz hasta el punto de optar por lo posible y renunciar a lo plausible. El PSOE se queda sin Navarra para evitar un descalabro electoral en la parte de España que ha castigado los devaneos del Gobierno con el entorno aberzale. Es decir, la que ha asumido como ciertas las acusaciones del PP en materia antiterrorista.
"Los socialistas siempre hemos trabajado por la convivencia. Y ponemos ese objetivo por encima de nuestras legítimas aspiraciones de poder", explicó ayer Zapatero, que no quiso explicitar en ninguna de sus intervenciones que pedirá a Fernando Puras (PSN) que no pacte con Nafarroa Bai. Y no será porque la coalición aberzale se lo esté poniendo difícil. En los últimos días sus portavoces trabajan con denuedo por convencer al PSOE para formar juntos un "Gobierno de progreso".