El PP gana al PSOE por 160.000 votos, pero pierde poder territorial

Las cifras, tercas, pregonaron anoche el triunfo del PP en las elecciones municipales y autonómicas: en las primeras, con 160.000 votos más que el PSOE; en las segundas, con la victoria en siete de las 13 comunidades en liza, en la mayoría de las cuales ya gobernaba. Pero los pactos poselectorales, más dúctiles, presagian un mapa territorial algo distinto: el de un PP que pierde poder territorial, porque puede ser descabalgado de Navarra y Baleares y, además, gobernará en 11 grandes ciudades menos que en la anterior legislatura municipal.
El PSOE logró una victoria --tal vez insuficiente-- en Canarias y consolidó sus feudos autonómicos. El PP hizo lo propio en cinco de los suyos --ante todo, en Madrid--, pero peligran otro dos: Navarra y Baleares, al albur de los pactos. En los municipios, el PSOE logra casi 700 concejales más que el PP: junto a Tarragona --hasta ahora controlada por CiU--, Vitoria, Cáceres, Jaén, Logroño, Las Palmas de Gran Canaria, León, Orense, Palma de Mallorca, Vigo, Soria, Toledo, Zamora y Mérida caen en manos socialistas, que en cambio ceden a los populares Guadalajara y Cuenca. El marcador, inapelable: 14 a 2.